
Ciudad de México / El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) presentó ante el Congreso de la CDMX una iniciativa de reforma a la Ley de Establecimientos Mercantiles para obligar a los empresarios a poner a disposición de los clientes, detectores de bebidas dopadas o adulteradas, como la Pulsera Centinela, un dispositivo que puede identificar más de veintidós sustancias nocivas, entre ellas: ketamina, LSD, GHB y anfetaminas.
Una segunda iniciativa plantea 17 años de prisión a quienes posean, oferten, administren o entreguen bebidas de cualquier tipo, sabiendo que están dopadas y/o adulteradas.
Al respecto, el diputado local Jesús Sesma Suárez resaltó que con el uso de la Pulsera Centinela si una persona experimenta malestar repentino y sospecha que su bebida fue dopada o adulterada, basta con colocar una gota sobre la Pulsera para obtener un resultado en segundos, lo que evitaría perder el conocimiento y fomentar abusos en antros y bares, en donde generalmente se práctica este modus operandi con gotas en la bebida alcohólica.
“Si cambia de color, el código QR permite solicitar asistencia de inmediato a los servicios de emergencia y compartir la ubicación en tiempo real a familiares y amigos…Queremos que los jóvenes y todos en esta Ciudad la disfruten de una manera segura sin debatirse entre la vida y la muerte”, indicó el legislador.
El PVEM también busca establecer sanciones ejemplares cuando en establecimientos se detecten bebidas dopadas o adulteradas, mismas que consisten en la clausura permanente del establecimiento, pasando por multas severas, hasta la revocación de su autorización para vender alcohol en caso de reincidencia.
“Este Congreso tiene la oportunidad de ser pionero para que la sumisión química sea tipificada como un delito contra la vida, la integridad corporal, la dignidad y el acceso a una vida libre de violencia. Porque legislar también es actuar a tiempo para que esto no suceda. Los jóvenes deben ejercer su derecho a un espacio público que les permita una convivencia y esparcimiento sanos”, subrayó Jesús Sesma.
En otra iniciativa, el Partido Verde expuso que se busca castigar con penas que van desde cinco hasta 17 años de prisión y de 4 mil a 15 mil días multa, a quienes posean, oferten, administren o entreguen bebidas de cualquier tipo, sabiendo que están dopadas y/o adulteradas, con la finalidad de vulnerar la integridad, la seguridad e, inclusive, la vida de un individuo.
En caso de ser aprobadas estas iniciativas, los propietarios de restaurantes y antros de la Ciudad de México serán obligados a tener la Pulsera Centinela, que fungirá como dispositivo detector de bebidas dopadas o adulteradas, ante la serie de casos de ‘goteras’ que durante los últimos años han llevado a la muerte a varias personas al suministrarles cantidades excesivas de drogas, en especial gotas oftálmicas, para dormirlas.
