
EE. UU. / Un gran cambio para todos los “productos baratos” que piden del extranjero los estadounidenses acaba de entrar en vigor. Durante casi un siglo, paquetes de mercancías de bajo valor provenientes de otros países han ingresado a Estados Unidos libres de impuestos, gracias a lo que se conoce como la “regla de minimis”, que desde 2015 se aplica a envíos con un valor inferior a US$ 800.
Esta laguna legal ha transformado la forma en que innumerables estadounidenses compran, permitiendo a muchas pequeñas empresas en todo el mundo vender bienes a consumidores de EE.UU. con relativa facilidad y permitiendo, en particular, que sitios de comercio electrónico chinos de costo ultra bajo como Shein, Temu y AliExpress vendan de todo, desde ropa hasta muebles y productos electrónicos, eludiendo muchos aranceles vigentes para paquetes que superan el umbral de US$ 800.
Pero esos días ya pasaron. A partir de la medianoche (hora del este) de este viernes, todos los bienes importados, independientemente de su valor, están sujetos a gravámenes del 10 % al 50 %, según su país de origen. (En ciertos casos, podrían pagar una tarifa fija de entre US$ 80 y US$ 200, pero solo durante los próximos seis meses).
COMPLICACIONES PARA SERVICIOS DE ENTREGA
Antes del vencimiento de la “regla de minimis”, una serie de servicios de entrega en toda Europa, así como Japón, Australia, Taiwán y México, suspendieron las entregas a Estados Unidos, citando desafíos de cumplimiento logístico.
DHL, que suspendió el servicio de paquetes estándar desde Alemania, pero continúa realizando envíos internacionales a Estados Unidos desde todos los demás países donde presta servicios, dijo que las operaciones “pueden experimentar retrasos durante el período de transición mientras todas las partes se adaptan a los cambios en la política y regulación arancelaria”.
Tanto el Servicio Postal de Estados Unidos y FedEx se negaron a comentar si los clientes deberían esperar retrasos.
“Nuestros sistemas están completamente programados y equipados para facilitar la implementación fluida de estos cambios. La Oficina de Comercio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se ha preparado exhaustivamente para esta transición y cuenta con una estrategia integral, brindando orientación clara y oportuna a los socios de la cadena de suministro, incluyendo operadores postales extranjeros, transportistas y terceros cualificados, para garantizar el cumplimiento de las nuevas normas”.
Susan Thomas, comisionada adjunta ejecutiva interina del organismo, subrayó en un comunicado que los sistemas de la agencia “están completamente programados y equipados para respaldar la implementación fluida de estos cambios”.
“La CBP se ha preparado exhaustivamente para esta transición y está lista con una estrategia integral, habiendo brindado orientación clara y oportuna a los socios de la cadena de suministro, incluidos operadores postales extranjeros, transportistas y terceros calificados para garantizar el cumplimiento de las nuevas normas”, afirmó.