
Estados Unidos confirmó la imposición de un arancel del 25% a los vehículos importados desde México y Canadá, con una excepción clave: el gravamen no se aplicará al valor del contenido estadounidense incorporado en estos vehículos. Esta medida, parte de la estrategia comercial de la administración de Donald Trump, que busca incentivar la fabricación y el suministro de autopartes dentro del territorio estadounidense, pero también añade complejidad burocrática para los fabricantes en la región.
De acuerdo con la proclamación oficial, los fabricantes deberán demostrar con documentación qué autopartes de los modelos ensamblados en México o Canadá, provienen de Estados Unidos para evitar el arancel.
“El arancel automotriz afectará únicamente al valor del contenido no estadounidense en los vehículos importados, siempre y cuando las armadoras certifiquen que el resto del contenido cumple con los requisitos del T-MEC”, afirmó Trump en una proclamación sobre ajustes a las importaciones de automóviles y autopartes a los Estados Unidos. Según el mandatario, esta medida impulsará la inversión en Estados Unidos y reducirá la dependencia de insumos extranjeros.
Si bien el T-MEC ya impone altos requisitos de contenido regional para evitar aranceles, la nueva disposición estadounidense introduce una capa adicional de control enfocada exclusivamente en el origen estadounidense de los componentes.
El gobierno de Estados Unidos dijo que permitirá que los fabricantes de automóviles presenten documentación para demostrar qué porcentaje del valor de sus vehículos proviene de componentes o insumos estadounidenses.
De acuerdo con la nueva normativa que entrará en vigor el 3 de abril, las armadoras podrán identificar el contenido de origen estadounidense en cada modelo y, si es aprobado por el Secretario de Comercio, el arancel del 25% solo se aplicará al valor del contenido no estadounidense del vehículo. Esto significa que las partes obtenidas, producidas o transformadas sustancialmente en Estados Unidos quedarán exentas del arancel.
La Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) aún debe definir el mecanismo específico para evaluar el contenido estadounidense en autopartes. Hasta que esto ocurra, no se aplicará el arancel a componentes individuales, aunque sí a vehículos completos.
El Gobierno de México a través del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha intensificado su labor diplomática en Washington para asegurar que los cambios respeten el T-MEC y no interrumpan la integración productiva de la región.